jueves, 6 de septiembre de 2007

A las frutas de Madrid no las dejan madurar




Cuando la cantera y la Ciudad Deportiva del Real Madrid han superado el medio siglo de existencia, parece que la crisis ha decidido instalarse en Valdebebas. No es que las categorías inferiores estén cosechando malos resultados o que los equipos madridistas no cuenten con jugadores de calidad, pero hoy en día asentarse y triunfar en el primer equipo blanco se ha convertido en una auténtica utopía.

El cierre del mercado de fichajes ha sido la prueba latente de que en casa de Calderón poco o nada importa el futbolista de la casa y se prefiere desembolsar cantidades astronómicas, que duelen a la vista, por jugadores foráneos, muchas veces con el objetivo primordial de acallar las fervientes críticas de la prensa. Jugadores de calidad indiscutible como De La Red y Granero (Getafe) o Javi García (Osasuna) han abandonado la disciplina blanca por la puerta de atrás después de dejar buen sabor de boca en los escasos minutos que los entrenadores del Real Madrid les brindaron. Éstos se unen a los Mejía (Murcia), Pavón (Zaragoza), Raúl Bravo (Olympiakos), Diego López (Villarreal)... futbolistas que han tenido que exiliarse más allá de las fronteras del Bernabéu para disfrutar del deporte rey y poder desarrollar sus carreras.

Soldado, Balboa y Torres han decidido continuar en la casa blanca, aunque sus opciones de tener minutos y de ser titulares son escasas. Incluso la prensa ya rumorea con las salidas del ariete y del extremo en enero...

Ante este panorama el canterano en la primera plantilla del Real Madrid se ha convertido en un 'rara avis' en peligro de extinción. Todo el trabajo que desarrollan durante los largos años de formación, entrenadores, preparadores, ojeadores y los propios futbolistas parece ser una labor estéril e inane ya que el último futbolista salido de la cantera que se ha asentado en la primera plantilla del Real Madrid es Iker Casillas. Y tras eso ya ha llovido mucho. Las categorías inferiores de los clubs deben contar con el apoyo de sus dirigentes, porque si no están condenadas a desaparecer.

Los dirigentes madridistas deberían recapacitar y darse cuenta de la valiosa fuente de talento que tienen en la trastienda y no andar tanto con las prisas y dar tanta importancia a los resultados. Una fruta verde no vale nada pero si la dejas madurar al sol puede convertirse en un excelso manjar.

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