jueves, 26 de abril de 2007

¡Equipo, nos vamos de excursión!


Jornada 31. El Barça cae derrotado en Villarreal y sus más inmediatos perseguidores le recortan tres puntos, quedando a menos de un partido del líder. El lunes amanece nublado y el comandante Rijkaard reúne a todos los integrantes de la plantilla con el objetivo de reprocharles los pésimos resultados que están cosechando fuera de casa (siete de los últimos 30 puntos parece un balance paupérrimo para el actual campeón liguero). Tras la reprimenda del técnico, un suave entrenamiento y a por las maletas. No se equivoquen, el club no ha preparado una concentración especial para intensificar entrenamientos o para solucionar los errores tácticos cometidos en las últimas jornadas. Cegada por el dinero, la directiva azulgrana preparó una faraónica visita a El Cairo para disputar un encuentro amistoso contra el Ah-Ahly, con motivo de su centenario y previo cobro de dos millones de Euros. De esta forma demostraron que el activo primordial dentro del actual club azulgrana es el económico, dejando a la parcela deportiva en segundo plano.

Ninguna persona con cierto criterio en esto del fútbol apoyaría un viaje de más de 4.000 kilómetros en el que el cambio de clima y el cansancio pueden hacer mella en unos, ya de por sí, castigados futbolistas. Además, el FC Barcelona se está jugando la temporada en este tramo final. Tras caer eliminados en la Champions League, perder el Mundialito de clubs y la Supercopa europea y mostrar públicamente algunos jugadores su descontento por los boyantes y poco prácticos viajes de la pasada pretemporada, el Barcelona debe lograr el título liguero y el de la Copa del Rey para acabar con nota positiva el ejercicio 06-07. Seguramente, la sesión turística entre pirámides y faraones no haya sido la mejor solución para los males azulgrana, dada la escasa entidad del rival y el trajín del viaje, pero si logran una victoria convincente en el próximo encuentro contra el Levante todos se olvidarán de este imprudente viaje; en cambio, si el conjunto levantinista es capaz de llevarse algo positivo del Camp Nou, Laporta y sus ayudantes recibirán más de un rapapolvo totalmente argumentado y razonado desde la prensa. Palabra de DB.

lunes, 23 de abril de 2007

Felicidades Valladolid




El conjunto pucelano ha certificado el ascenso a Primera en una temporada memorable, rompiendo todos los records posibles en la Segunda División. De este modo un histórico (el Valladolid ocupa el puesto 13º en la clasificación histórica de Primera), desafiando sus graves problemas económicos, vuelve a la máxima categoría del fútbol español. Desde la revista Don Balón deseamos sumarnos a la alegría vallisoletana y felicitar al primer ascendido de la temporada.

¡Felicidades Valladolid!

jueves, 19 de abril de 2007

El seguro futbolístico: necesario y obligatorio



El pasado 11 de octubre el futbolista del Atlético de Madrid, Maxi Rodríguez, se rompió los ligamentos de la rodilla en un encuentro amistoso entre las selecciones de España y Argentina disputado en una impracticable Nueva Condomina. Medio año más tarde, Maxi ya ha empezado ha entrenar junto a sus compañeros pero el litigio iniciado por el Atlético de Madrid contra la FIFA no ha hecho más que comenzar. Los juzgados madrileños han aceptado a trámite la demanda rojiblanca a través de la cual solicitan dos millones y medio de euros a la FIFA por daños y perjuicios, ya que según los atléticos: "el reglamento de la FIFA vulnera los artículos 81 y 82 del tratado de la UE".

El debate entre Selecciones nacionales y clubs se mantiene abierto desde muchos años atrás. Antiguamente, este problema era inexistente ya que un jugador profesional de élite disputaba como mucho 30 partidos de liga, cinco en la Copa del Generalísimo, un par correspondiente a la Copa Latina y a lo sumo, tres o cuatro encuentros anuales con la selección nacional, alguno más en año de Mundial. Es decir, rara vez se superaban los 40 partidos por temporada. De este modo, las disputas entre clubs y combinados nacionales no tenían sentido ni razón de ser. Actualmente el número de encuentros anuales se ha duplicado, así como la exigencia física y los viajes entre continentes, aumentando, consecuentemente, el riesgo de lesiones. Además, numerosos torneos y encuentros amistosos internacionales se solapan con los campeonatos domésticos de clubs, poniendo en un aprieto moral al futbolista al tener que escoger entre su país y el club que le paga religiosamente a final de mes.

Parece de ley, pues, que el club se enfurezca si, además de ceder a uno de sus jugadores, sin recibir nada a cambio, éste retorna gravemente lesionado. Extrapolando el caso a la vida cotidiana, si Pepe le deja su coche a Juan durante el fin de semana y este último se lo devuelve el lunes siguiente totalmente destrozado, es muy probable que, además de soportar el enfado monumental de Pepe, Juan tenga que abonarle la reparación de los desperfectos. En el terreno futbolístico esto no sucede, ya que las selecciones, en el mayor número de casos, lamentan la pérdida del futbolista y después se lavan las manos. Posiblemente, la mejor solución para casos como el acontecido con Maxi Rodríguez sea la contratación de seguros médicos gracias a los cuales, los clubs perjudicados por la pérdida de alguno de sus jugadores recibirían una compensación económica que permitiría el pago de la ficha mientras el futbolista está indispuesto y el tratamiento médico de éste. De este modo la FIFA solucionaría, en parte, uno de los mayores problemas de la tensa relación clubs-selecciones y se ahorraría tener que lidiar judicialmente con más de un conjunto damnificado por este tipo de sucesos. Es lo mínimo que las correspondientes Federaciones Nacionales deberían de ofrecer a los clubs de fútbol: la seguridad de no verse perjudicados por ceder a sus futbolistas a sus respectivas selecciones.

viernes, 13 de abril de 2007

La Champions es inglesa, la UEFA, española





Ya se conocen las semifinales de las dos competiciones europeas más importantes del continente. En la fastuosa Champions League, la Premier ha logrado colocar, por primera vez en su historia, a tres representantes en semifinales. Chelsea, Liverpool y Manchester United han demostrado su poderío avanzando con autoridad y eliminando a conjuntos tan potentes como el Valencia, el Barcelona o la Roma. Los tres equipos guardan muchas similitudes, pero quizás la más importante es que han sido comprados recientemente por magnates multimillonarios que han aportado a las entidades dinero fresco para gastar. Utilizando esos emonumentos han creado plantillas extensas, repletas de magníficos jugadores que les permiten afrontar con garantías las cuatro competiciones en las que están inmersos. Sin duda, tras el doloroso Moggigate italiano, que ha provocado un descenso palpable del nivel del Calcio, y la fallida europea de los clásicos españoles, los grandes de Inglaterra se han descubierto como los conjuntos más poderosos de la aristocracia del viejo continente.

Si hablamos de la UEFA las cosas cambian radicalmente. En la bien llamada competición de la clase media europea, el fútbol español ha demostrado con creces que quizás sus grandes equipos no estén en su mejor momento en esta temporada, pero la competitividad más acérrima entre los conjuntos que integran un campeonato liguero se encuentra aquí. Sevilla (equipo que se integrará la próxima campaña en la élite europea), Espanyol y Osasuna se han mostrado superiores a históricos de otras ligas como Benfica, Tottenham, Bayer Leverkusen o Girondins de Burdeos. Aunque en España el dinero no aflore tan fácilmente como en otros lugares, el nivel de su campeonato está fuera de toda duda gracias a estos equipos que, sin ser considerados grandes del campeonato, hacen de la Liga una competición mucho mejor. DB les desea mucha suerte a los tres y confía en presenciar la cuarta final española de la historia de la UEFA.