jueves, 31 de mayo de 2007

No adulterar la competición, un signo de profesionalidad


Mucho se ha escrito, antes y después del encuentro, sobre la supuesta amistad que mantienen los clubs Osasuna de Pamplona y Real Sociedad de San Sebastián. Sus aficiones, vecinas y casi hermanadas, deseaban que el conjunto local, prácticamente fuera de la quema, se dejara vencer para que los 'txuri-urdin' se salvaran del descenso a Segunda.

Tras escuchar esto, muchos pusieron en entredicho la profesionalidad ó de los navarros, dando por seguro un '2' en la quiniela. Incluso las casas de apuestas de la red cambiaron las ganancias que sus jugadores podían obtener con este partido. El lunes, la victoria de Osasuna se pagaba 1'70 por euro apostado mientras que la de la Real Sociedad reportaría 2'60 por cada euro en liza. El jueves, tras la polémica suscitada por los medios de comunicación, las tornas cambiaron, siendo más valorada la victoria de Osasuna que la del conjunto de Lotina. Ciertos personajes del mundo del fútbol no daban ni un duro por la victoria de Osasuna e inclusive así lo dejaron patente en público, como el valencianista Albelda en una rueda de prensa.

Aunque Ziganda y sus chavales lo repitieron hasta la saciedad, poca gente creyó en su honestidad y en sus deseos de no adulterar la competición, esforzándose al máximo en su duelo con los donostiarras. El devenir de los acontecimientos le otorgó toda la razón al de Larrainzar, que apostando por el fútbol, dio a entrada a su mejor once y se llevó el encuentro aun a costa de complicarle mucho la permanencia al 'amigo' de al lado. Gran parte de la afición pamplonica vitoreó a los visitantes al son de "Ricardo, déjate" o "Real, Real", y al ver que los locales anotaban sin compasión, algunos decidieron abandonar el estadio indignados por lo que estaba sucediendo allí. Debe ser muy difícil para los jugadores disputar un encuentro bajo este entorno, con su propio público en contra y sin sucumbir a la fácil y populista decisión de levantar el pie del acelerador y dejarse llevar por los designios de la afición. Por eso, y aunque la Real se vio perjudicada por esta decisión, el patrón de actuación de Osasuna, además de acallar numerosas críticas, no empequeñeció este deporte, demostrando que la profesionalidad y el rigor están por encima de las afinidades personales o puntuales. Osasuna se merece un '10'.

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