Paolo Maldini conquistó su primera Copa de Europa en el Camp Nou. Tenía 20 años y el Milan se había engullido al Steaua. Cuatro a cero, goles de Gullit (2) y Van Basten (2). El capitán era Baresi y en el centro del campo corría un Ancelotti inteligente y luchador.
Han transcurrido 18 años de aquella victoria y Maldini sigue en primera línea. En Atenas la semana pasada, volvió a levantar la copa orejera. Y lo hacía por quinta vez, después de haber disputado en este tiempo ocho finales de la máxima competición continental.
Maldini, a punto de cumplir los 39, es ya un mito. Es el futbolista en activo con más Copas de Europa y a un trofeo de la récord del madridista Gento que se adjudicó seis.
Su hoja de servicios presenta números impresionantes 600 partidos en la Serie A; 126 internacionalidades con la selección italiana y 135 encuentros de Copa de Europa. Todas estas cifras bajo la misma camiseta, la de Milan con la que debutó la temporada 1984-85.
Una trayectoria impecable marcada por la profesionalidad y la ilusión por seguir ganando. Un ejemplo para sus compañeros como reconocía Kaká.
El crack brasileño reconoce que cuando llegó al Milan observaba todo lo que hacía Maldini para conocer su secreto. “Me sorprendía que un futbolista con tantos éxitos, con tanta fama, fuera siempre el primero a la hora de entrenarse, el primero en hacerlo todo”, apunta Kaká.
Y la pregunta que se hizo es la del millón: ¿dónde encuentra Maldini la motivación?
La respuesta está en su carácter. El suyo es constante y ganador. Paolo representa un estilo, un liderazgo. Un jugador que encaja al cien por cien con la definición de profesional y que representa la excelencia de este deporte.
“Maldini es único. Sólo puedo tomarlo como ejemplo y aprender. Para mí es un honor compartir con él vestuario”, concluye Kaká.
No hay comentarios:
Publicar un comentario