
En estas fechas, en las que llueven premios por los campos de fútbol, Cannavaro ha sido nombrado Balón de Oro, y en consecuencia, mejor jugador del planeta. Esta decisión ha levantado cierta polémica en el mundo del fútbol. En todos los medios se ha debatido la cuestión. ¿El central italiano ha hecho méritos para llevarse tan deseado galardón?
Si el baremo de puntuación tiene en cuenta los títulos conseguidos por el futbolista, ¿Por qué no se llevó este galardón Deco el año que el Oporto consiguió la Champions, la Liga y la Copa portuguesas? ¿Se lo merecía menos que Cannavaro?
Si por el contrario, se valora el rendimiento del jugador a lo largo de la temporada, no creo que Samuel Eto'o, Luca Toni, Buffon o Henry hayan estado por debajo de un Cannavaro, que realizó un extraordinario mundial, pero que ha estado un peldaño por debajo del nivel del número 1 tras su aterrizaje en Madrid.
Cogiendo como referencia la calidad del futbolista, creo que no hay debate posible. Tal y como un buen amigo relata, "si alguien puede señalar a dedo al mejor futbolista del mundo, el Balón de Oro debe ser para él". Y actualmente, nadie discute la supremacía de Ronaldinho en el fútbol mundial.
Dicen que el Balón de oro, en año de Mundial, siempre debe ser para alguien que gane el máximo torneo internacional de selecciones. Pero entonces, ¿Para qué se otorgan los premios a los mejores del Mundial, si van a ser miméticos a los galardonados con el Balón de Oro? ¿No resulta repetitivo?
Todas estas dudas, nos llevan a pensar que Cannavaro ha recibido este galardón por su exquisito Mundial, pero principalmente, por ser, durante un mes, el cabeza visible de un grupo compacto, sin fisuras pero también sin estrellas. Buffon, Zambrotta o Grosso, no realizaron peor Mundial que su capitán, pero en este siglo tan mediatizado, ver constantemente la instantánea de Fabio levantando la Copa, es un reclamo demasiado atrayente para que las mentes 'vende humos' de muchos periodistas vean más allá. Cannavaro y la Copa del Mundo se han convertido en un potentísimo icono comercial, capaz de persuadir y de convencer a todos. Siendo Calderón el primer gran 'converso'.
Para ediciones venideras, los señores de France Football deberían recapacitar y establecer unos puntos en común sobre los cuales cualificar, objetivamente, los méritos de los futbolistas a lo largo de la temporada. De este modo los votantes, podrán puntuar bajo un baremo determinado. Acabando con discusiones como las que se dan actualmente.
Por otro lado me alegro de que por fin, se premie a un defensa como mejor jugador del planeta. En un balompié cada vez más defensivo, es de ley premiar a los líderes en esta faceta tan oscura como imprescindible, pero, ante el éxito italiano, me entristece ver como uno de los mejores defensores de toda la historia del Balompié se queda sin Mundial y sin Balón de oro. Paolo Maldini, un señor dentro y fuera del campo, se equivocó de año al nacer, ya que por poco no disfrutó del Mundial de España 82' y por su pensamiento fuerte y magnánimo (Lippi le llamó en abril para que recapacitara y fuera el capitán de los azzurri durante el Mundial, pero Maldini, pensando que era el momento de los jóvenes, se negó) se perdió la oportunidad de liderar a esta Italia campeona en Alemania 06'. Por eso sería de ley, que existiera un Balón de Oro que premiara la trayectoria de los futbolistas, porque muchos de los auténticamente grandes (especialmente porteros y defensores) se han quedado sin tan deseado galardón, inmerecidamente.