lunes, 11 de diciembre de 2006

Fútbol: ¿Juego de gentlemen o de pícaros?


Dejando a un lado la victoria del Barcelona frente al colista o el reñido partido de Sevilla, esta jornada ha dejado dos imágenes para la tertulia y el análisis. En primer lugar deseo quitarme el sombrero ante el impresionante golazo de Ismael Urzaiz. Si ese gol lo hubiera rubricado algún crack mundial ya se hablaría del gol de la temporada, tal y como pasó con el gol de Cruyff, que todos recordamos. Importante gol y más destacada victoria, que permite a los nuevos 'leones' de Mané escapar del agujero del descenso.

Por otro lado, desearía dedicar unas líneas al penalty señalado en Mestalla sobre Villa y a la posterior actuación de Juanma, el supuesto infractor. Dicha pena máxima era inexistente, Villa se tiró y Juanma, el central del Deportivo, viendo que había actuado como un pardillo cayendo en la trampa de Villa, se enfurismó y empezó a criticar la actitud del delantero valencianista. Dejando un poco de lado las habituales formas que se deben guardar de cara a la prensa, ¿No creen ustedes que si Juanma se adentra en el área contraria, dejándose caer y el árbitro señala el punto de penalty, actuaría del mismo modo que Villa?

Basta ya de hipocresía. Juanma como el 99% de futbolistas (el 100% si hablamos de un equipo de Joaquín Caparrós) trata de sacar provecho de cualquier acción, sea o no sea una acción sincera o engañando al colegiado de turno. El fútbol es un deporte donde, por suerte, la pillería y la inteligencia tienen un papel muy importante. Si le quitamos al fútbol los piscinazos, las manos, las pérdidas de tiempo, las protestas, etc... estaríamos sesgando una valiosa parte de este deporte en el que la fuerza física no lo es todo y en el que los jugadores inteligentes pueden igualarse con los físicamente superiores gracias a su picardía.Villa vio como un trailer 4X4 llamado Juanma se aproximaba hacia él a marchas forzadas, por lo que tan sólo tuvo que esperarle para conseguir el ansiado botín. Aunque a posteriori no lo era, a simple vista no ofrecía duda, penalty y expulsión.

Villa no actuó como un Gentleman, es cierto, actuó como un futbolista que le permitió a su equipo ganar 3 puntos y conseguir un 4-0 que permite subir la maltrecha moral del equipo ché. Todos criticamos este tipo de acciones cuando no las realiza un jugador de nuestro equipo. Si la jugada cae de nuestro bando, al día siguiente se elogia en las oficinas y en los bares la buena habilidad y la inteligencia de la supuesta víctima, en vez de castigarlo como hubiéramos hecho si el 'piscinero' hubiera sido el contrario. Por eso, dejemos de castigar a los jugadores creativos e inventivos por este tipo de acciones. Si el juez cree que ha sido penalty, y cae en la trampa, chapeau por el atacante. Si el árbitro descubre el 'pastel' debe amonestar al que ha fingido, por lo que la trampa tiene un precio caro si no se sabe hacer bien. El engaño es parte del juego y si no se realiza cuidadosamente puedes recibir una tarjeta, te pueden quitar la pelota o puedes meter en un problema a tu equipo.

1 comentario:

DaniBenichu dijo...

"El engaño es parte del juego"
Por desgracia sí. En todos los juegos siempre hay tramposos.