Siempre vuelven

Tras la destitución de Luis César y Sarriugarte, dos técnicos que no estaban trabajando mal, pero que dirigían plantillas limitadas, vuelven a los banquillos dos entrenadores veteranos, que han estado muchas temporadas al filo del abismo: Mané y Paco Flores.

Reitero que el trabajo de Sarriugarte y en especial de Luis César, no era nada reprochable, es más creo que en Tarragona deberían levantarle una estatua al bueno de Luis César por el ascenso y por el buen fútbol, sin resultados, que ha realizado el Nástic en Primera. Pero cuando un equipo está metido en el vagón de cola, resulta dificilísimo salir. La gente que ha estado allí abajo sabe lo que digo. Los disparos no entran, los pases se escapan por milímetros y en cambio, los rivales consiguen anotar en la jugada más absurda. Por este motivo es necesario, más que en ninguna otra situación, un técnico experto en estas lides, que ejerza más de psicólogo que de preparador, con un carácter fuerte y serio y que sea capaz de reflotar una plantilla mentalmente hundida. Mané y Paco Flores coinciden con este perfil.

Ambos tienen una ardua papeleta (más si cabe Paco Flores), pero estoy seguro que tanto Gimnàstic como Athletic mejorarán sus resultados. El camino lo está dejando ver Lotina con la Real Sociedad. Un equipo muy limitado en la creación, sin mordiente arriba, está consiguiendo sumar (muy poco a poco, pero sumar al fin y al cabo) asegurando la parcela de atrás y otorgando confianza a sus hombres. Real Sociedad, Athletic y Gimnàstic van a tener que trabajar muy duro para lograr la permanencia, pero estos entrenadores veteranos, apagafuegos, siempre acaban regresando a la máxima categoría del fútbol español, pero paradójicamente sólo nos acordamos de ellos cuando un equipo está en problemas. Injusto pero real.