jueves, 22 de marzo de 2007

Matar al mensajero

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En la antigüedad, una costumbre muy extendida, aunque no por ello ejemplar, era la de ejecutar al mensajero de turno que reportaba noticias que no eran del gusto del receptor.

Actualmente, aunque afortunadamente se han acabado esos indiscriminados asesinatos, los mensajeros, en este caso los medios de comunicación deportivos, siguen siendo vituperados por los poderosos. Aquellos que viven como maharajás gracias en gran medida a la popularidad que les otorga la prensa, ningunean, maltratan y, en algunos casos, agreden a compañeros periodistas que tan sólo tratan de realizar su trabajo eficazmente y reportar la mejor información posible a todo aquel que la quiera escuchar. Taborda, jugador del Deportivo de la Coruña, y la plantilla del FC Barcelona han protagonizado las últimas coartaciones a la prensa.

El futbolista del Deportivo, Sebastián Taborda le pidió al jefe de prensa del club gallego, Rafael Carpacho que le concertara una reunión con Armando Palleiro, periodista del Dxt Campeón. Una vez se encontraron, Taborda recriminó al periodista el contenido de sus artículos y supuestamente le propinó un puñetazo. Aunque el jugador niega la agresión, Duscher y Pablo Álvarez tuvieron que parar al delantero uruguayo para que no se produjeran altercados mayores. Resulta lamentable que un periodista no pueda expresar su opinión libremente y que reciba una agresión a manos de un futbolista; agresión que ya ha sido denunciada en la comisaría correspondiente y que esperamos que tenga un merecido castigo.

Por su parte, los futbolistas del Fútbol Club Barcelona no quisieron compadecer el pasado miércoles ante los medios, vulnerando un reciente acuerdo suscrito entre la prensa y la directiva. Cuando se instalaron, a petición de los jugadores, unas vallas en el trayecto entre la Masía y el Camp Nou para que la prensa no pudiera intercambiar impresiones con los jugadores, los medios pidieron que dos futbolistas compadecieran en rueda de prensa diariamente para poder recoger algunas declaraciones. Pero ayer según el FCB "nadie estaba en disposición de hablar". Aunque parezca irónico, una vez la fama les inunda, algunas estrellas del balompié se olvidan de que la prensa les ha ayudado enormemente a ser lo que actualmente son y la tratan con menosprecio.

Con actos como éstos, no sólo se perjudica a la prensa, ya que todos los aficionados y seguidores de esos futbolistas ven como la información ofrecida por los medios, uno de sus pocos nexos que poseen con sus ídolos, no les llega, ampliándose así las distancias entre el público de a pie, quienes muchas veces pagan parte de los sueldos de los cracks, y los futbolistas. Por este motivo en DB pedimos respeto para los mensajeros que tratamos de hacer llegar la noticia a nuestro público lo mejor posible. Es nuestro trabajo y nuestro deber.

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